PRONUNCIAMIENTO DE SAN SALVADOR l Confira o último pronunciamento da antiga gestão da FIAJC

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A Federación Inter Americana de Juristas Cristianos (FIAJC) esteve em San Salvador na primeira semana deste mês, onde elegeu a nova diretoria da entidade, que passa a ser presidida pelo Dr. Uziel Santana [veja detalhes aqui], e realizou sua 11ª Convención Latinoamericana de Juristas Cristianos (XI CLAJC), além de III Cumbre de líderes da FIAJC.  No final da programação, foi publicado o último pronunciamento da gestão da presidência da Dra. Nina Balmaceda.

O Dr. Uziel Santana disse: "O Pronunciamento de San Salvador reforça o comprometimento dos nossos juristas nesta agenda que busca propostas para enfrentar a violência na América Latina, tema que, inclisive, foi amplamente debatido neste evento.  Ficamos felizes pelos frutos da atuação da FIAJC em toda a América Latina e seguiremos dando continuidade ao exclente trabalho desenvolvido pela Dra. Nina Balmaceda."

 

Confira o procunciamento da FIAJC abaixo: (em espanhol)

                                                       

                                                   PRONUNCIAMIENTO DE SAN SALVADOR
 

La Federación Inter Americana de Juristas Cristianos, cuyos miembros se han reunido en la ciudad de San Salvador, El Salvador, los días 3 al 6 de septiembre con ocasión de la realización de su décimo primera Convención hemisférica, manifiesta a la comunidad mundial lo siguiente:

1. Como organización internacional no gubernamental conformada por asociaciones nacionales de profesionales y estudiantes del derecho y otras disciplinas vinculadas a la justicia, representadas en esta Convención por las delegaciones de quince países y cuyos miembros desarrollamos labores profesionales desde una vivencia de la fe cristiana encarnada en la realidad de nuestros países.

2. En el marco de nuestra Convención bianual hemisférica, “Diagnóstico y Propuestas para enfrentar la Violencia en América Latina”, consideramos la pertinencia de este análisis para nuestro continente en general, pero con singular relevancia para los países del Triángulo Norte de Centroamérica, que se ha convertido en la región con mayor incidencia de homicidios y asesinatos en el mundo.

3. Expresamos nuestra profunda preocupación por las desigualdades sociales y económicas que han envuelto directa o indirectamente a nuestros paíseshermanos en un baño de sangre que afecta, especialmente, a menores de edad y que han habituado como parte de la vivencia diaria de niños, niñas, adolescentes y jóvenes a la muerte y múltiples formas de violencia.

4. Nos inquieta especialmente la falta de inversión pública para apoyar el empoderamiento de mujeres, niños, niñas y adolescentes, y la falta de
programas estatales y en colaboración con la sociedad civil que sean serios y consistentes en la prevención de la violencia, así como de programas efectivos de reinserción social y oportunidades de desarrollo para jóvenes en conflicto con la ley. 

5. Denunciamos que en lugar de programas apropiados para lidiar con las verdaderas y complejas causas de la violencia, en la actualidad se privilegian las medidas violentas, abusivas, ilegales y que vulneran derechos humanos básicos reconocidos a nivel mundial, contribuyendo asía un mayor agravamiento de las condiciones que eclosionan la violencia en dichos países.

6. Expresamos también nuestra solidaridad con las pocas pero valientes voces que en estos países sostienen un mensaje de paz, reconciliación, justicia restaurativa y lucha contra la impunidad; voces que lastimosamente, tienden a ser más la excepción que la regla, en países preciados como altamente evangelizados. Esas voces de justicia y paz provienen mayormente de creyentes que, desde su compromiso con el Dios de la vida, señalan un camino opuesto al de la locura de la venganza y el exterminio.

7. En particular, dejamos constancia de nuestra preocupación por las condiciones de alto riesgo que viven nuestros hermanos y hermanas centroamericanos que desarrollan su labor pastoral en ambientes saturados por violencias y señalamientos peyorativos a sus esfuerzos, principalmente, aquellos que son realizados por altos funcionarios públicos que les colocan en auténtico riesgo frente a los extremistas.

8. Afirmamos nuestro compromiso de acompañar a las iglesias cristianas del Triángulo Norte en sus esfuerzos por ser verdaderos agentes de justicia, reconciliación y paz. Este compromiso continuará con una vigilancia y comunicación permanente con nuestros hermanos y hermanas para extender nuestra solidaridad comprometida y nuestra pericia profesional para observar la labor legislativa que en vez de proteger, pudiera
comprometer, restringir o poner en riesgo las tareas de campo que las iglesias realizan.

9. Expresamos públicamente nuestro compromiso en oración y acción para que los países del Triángulo Norte de Centroamérica, así como todos los países de nuestro continente, para que se avance hacia una mayor justicia social de tal manera que todos los ciudadanos y ciudadanas puedan contribuir en la construcción de sociedades más pacíficas, justas y solidarias y podamos ver en los países de nuestro hemisferio un verdadero proceso de reconciliación social.

10. Invitamos a las organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales a respaldar y divulgar este pronunciamiento.

Aprobado por unanimidad por la Asamblea General y suscrito en la ciudad de San Salvador, el día 5 de septiembre de 2015.


Vilma “Nina” Balmaceda, Ph.D.
Presidente, Consejo Directivo FIAJC

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